La razón
principal que me impulsa a escribir este artículo es la de mostrar cómo es sólo
en apariencia que estar en a favor de un coeficiente de caja al 100 x 100 exige
posicionarse en contra de la expansión crediticia en base a letras de cambio .
El profesor HdS mantiene la idea de que la cuentas bancarias de depósito a la
vista, tal y como éstas se entienden hoy día, constituyen en verdad un ataque
contra los derechos de propiedad de los depositarios y, por lo tanto, atentan
contra los principios generales del derecho. Para solucionar este problema, el
profesor HdS propone cuentas de depósito a la vista y cuentas de inversión, de
tal manera que, el banco no pueda usar los fondos de la primera para realizar
préstamos a largo o corto plazo. A modo general, la idea de HdS aquí es que el
banco debe inmovilizar el tantundem en las cuentas de depósito ya que no se
puede adjudicar el mismo asiento a dos personas.
A modo general,
estamos de acuerdo con estas afirmaciones, pero aquí hay que hacer notar que no
es lo mismo un sistema de crédito ordinario basado en Letras Reales que un
sistema de crédito FIAT o curso legal. En esta medida, nuestra posición se
mantiene más cerca de Adam Smith, que consideraba que las letras de cambio sólo
podían extenderse sobre bienes presentes en alta demanda, que la de John Rawls,
que extendía las mismas sobre bienes futuros a muy largo plazo. También nos
gustaría hacer notar aquí el hecho de que las letras reales o cambio presuponen
un patrón oro y que la existencia de este patrón es fundamental si se quiere
expandir el crédito bancario sobre bases firmes.
En la actualidad,
junto con HdS, Blumen ha sido uno de los teóricos de la economía que más se ha
situado en contra de las letras de cambio argumentando que, cuando estas se
producen sin contrapartida real en ahorro, lo que se produce es inflación por
el aumento de la velocidad del dinero. Nuestra opinión, sin embargo, es que si
se produce un ahorro debido al encaje entre los bienes presentes en circulación
todavía no consumidos y las deudas a corto plazo que el banco adquiere en
contra de esos bienes. Es decir, que existe ahorro real entre los activos
circulantes de bienes creados y todavía no consumidos y las deudas o pasivos
que se crean en el banco contra esos bienes presentes.
Supongamos el
siguiente escenario. Yo, que tengo deudas en el presente dispongo al mismo
tiempo de un cargamento de plátanos provenientes de Canarias y que no llegarán
a puerto hasta la semana que viene. Como estos bienes presentes se encuentran
en alta demanda (sé que los voy a vender en cuando disponga de ellos), yo podré
ir al banco para que éste me preste dinero de nuevo cuño creando un pasivo en
sus cuentas contra estos mismos bienes. El valor de este dinero de nuevo cuño o
letra real (o cambio) no es adelantado por el banco, sino por la sociedad civil
mediante un precio de descuento, que será tanto mayor, cuanto más alejado me
encuentre yo del plazo establecido. Es decir, que es el propio mercado, y no el
banco, el que en verdad me está adelantando los fondos (en términos reales) que
yo necesitaré para pagar mis deudas hoy y no mañana. Si, por ejemplo, se me
extienden letras de cambio por un valor de 15.000 euros que se extinguen en una
semana, yo podré usar estas letras reales para pagar por bienes y servicios por
un valor de, por ejemplo, 14.000 euros. Los 1000 euros restantes que el
cobrador de estas reales retiene es la ganancia en forma de interés que éste
recibirá en una semana cuando mi cargamento de plátanos llegue a puerto y yo
pueda anular el pasivo que se encuentra en el banco y que este ha expedido
contra mis bienes. Por simplificar las cosas, aquí no incluyo el % que el banco
retendrá en forma de interés por adelantar este intercambio en el tiempo.
Es precisamente
este valor de descuento el que garantiza que el banco no se quede al
descubierto en relación a las letras reales o de cambio extendidas sobre estos
bienes de consumo presente que se encuentran además en alta demanda. Lo único
que garantiza el banco aquí es que promete pagar al portador de esas letra real
una cantidad de oro fija (por valor de 15.000 euros en este caso) una vez esta
venza en el plazo de una semana, pero quien en verdad está adelantando los
fondos es el mercado mediante este mecanismo de descuento. Además, aquí hay que
señalar que, en lo que a las letras reales se refiere, no existe la posibilidad
de rollovers y que la deuda tiene que ser cancelada una vez se cumpla el plazo.
La confusión que introduce este sistema es que es sólo en apariencia que el
ahorro no se produce para poder extender este tipo de crédito. En verdad si que
se produce, pero de forma líquida en lugar de ser inmovilizado en inversiones
de muy largo plazo. Y el ahorro se produce precisamente por tratarse de bienes
presentes que todavía no se han consumido: la finalidad de esos pasivos en
verdad es la de acabar adquiriendo esos bienes de consumo presente.
Como se ve, es
sólo en apariencia que este descuadre se produce. El sistema basado en letras
reales o de cambio es perfectamente compatible con un sistema de encuadre del
100%, luego estar a favor de Rallo en este sentido, no implica necesariamente
estar en contra del profesor HdS (o estar a favor de Fekete no implica estar en
contra de Blumen). Creo que si se tuviera en cuenta este hecho, los pasivos de
las letras reales deberían entenderse como un tipo de ahorro congelado en el
corto plazo pero que se mantiene al mismo tiempo líquido permitiendo así que
los precios no se impulsen a la baja. Y esto tiene un efecto positivo en la
economía, pues permite realizar inversiones que debido al costo no se
realizarían debido a la carestía de dinero. Es precisamente este efecto el que
permite que la bajada de precios en un entorno sin crédito haga rentables las
inversiones previas sobre bienes presentes
al no dejarlas caer por debajo de las mismas. Para que algo se pueda
vender, los costes de producción deben de ser menores que los ingresos, o si
no, la inversión y producción de los mismos se detendrá por la falta de
incentivos.
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