El Austroliberal, Birmingham 12 de Junio de 2014, por Jorge A. Soler Sanz
El anarco-capitalismo es un programa de investigación en el marco de las CCSS que parte de
un enfoque racionalista y no experimental. La metodología propia del
anarco-capitalismo, por lo tanto, se sirve de modelos deductivos (no
inductivos) que parten de enunciados analíticos cuyo valor de verdad es
independiente de la experiencia. La crítica clásica que desde el positivismo se
realiza frente a este enfoque consiste en afirmar la circularidad de un
pensamiento que no posee de un método experimental a la hora de poner a prueba
la verdad del modelo. Constituye ya un tópico de la filosofía el decir que los
enunciados analíticos no poseen información alguna acerca del mundo y que al
derivar la función de verdad de las premisas el que así opera sólo desgrana lo
que ya se hallaba contenido en los enunciados de partida sin aprender nada
nuevo. La metodología de ambos enfoques se puede esquematizar de la siguiente
manera:
1. Método deductivo: axiomas → deducción → validación
2. Método inductivo: hipótesis → inducción → corrección
Mientras que el método deductivo pretende determinar el valor de verdad de
un enunciado elucidando de forma racional las implicaciones que se hallan
presentes en los axiomas de partida, el método inductivo partiría de hipótesis
que son puestas a prueba en lo real al objeto de determinar el valor de verdad
de las mismas.
La justificación que los autores anarco-capitalistas dan de este hecho
parte de una postura radical en el ámbito de la ciencia. Como resulta imposible
poner a prueba todos los enunciados de una teoría, la exigencia de que sólo
tengan sentido esos enunciados cuyo valor de verdad sólo puede determinarse por
recurso a la experiencia constituye una petición de principio (no demostrada)
imposible de llevar a la práctica. Al testear nuestras teorías, no son los
hechos los que nos informan de la verdad de los fenómenos, sino el tipo de
asunciones de partida que dan sentido a la propia observación. Y si esto es
así, parece mucho más razonable partir de principios de razón que sean
autoexplicativos y que no requieran de un acto de fe inicial (asunción de la
hipótesis de partida no demostrada).
Para los positivistas, todo enunciado teórico posee una naturaleza
provisional e hipotética. Pero es obvio que existe una diferencia fundamental
entre enunciados del tipo:
A. Si consumo algo ahora no lo podré consumir después
B. La redistribución sin producción no crea riqueza sino que distribuye lo
que ya hay
C. El aumento de la masa monetaria crea inflación
D. El todo es mayor que la parte
E. Cualquier conjunto formado de n+1 objetos no es igual a Ø
F. Si A es igual a B y B igual a C, entonces C es igual a A
G. Dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio en el mismo tiempo
D. La acción humana implica fines
E. Si un acuerdo es voluntario, el intercambio es mutuamente beneficioso
F. A es igual a A
G. Los extremos no se tocan
H. Si A es mayor que B y B mayor que C, entones A es mayor que C
I. Si A expresa un estado, entonces A no expresa su opuesto
J. Tener más de algo que se necesita siempre es preferible a tener menos
K. etc.
Y enunciados del tipo:
a. La brecha salarial entre el hombre y la mujer se explica por causa de la
discriminación
b. Los niños prefieren jugar con pistolas y las niñas con muñecas
c. El consumo de maíz en USA representa un 15% de su PIB
d. Existe un propensión creciente al ahorro en función de los ingresos
e. El hombre posee derechos naturales
f. El gasto público promueve el empleo
g. Las familias mixtas tienden a postergar el consumo
h. Las drogas son malas
i. Alcampo vende más que El Corte Inglés
j. etc.
Para los positivistas, no hay nada que
distinga a los enunciados del primer tipo de los enunciados del segundo grupo.
Sin embargo, si existe una diferencia, y fundamental. Pretender poner a prueba el
primer tipo de enunciados para determinar su valor de verdad implica no haber
entendido bien el significado de los términos que los componen. Si, por
ejemplo, alguien quisiera testear el enunciado de la acción humana para
determinar su estatuto de verdad, nosotros podríamos indicar que en verdad no se ha comprendido bien lo
que significa "actuar" o "poseer un fin," pues que uno actúa implica que lo hace por algo. Por otro lado,
¿de qué manera sería posible poner a prueba un enunciado como este? Si así
quisiéramos operar, deberíamos suspender el juicio sobre estas categorías (la
de acción y fin) y tratar de determinar exclusivamente por recurso a la
experiencia si estos fenómenos se dan o no en el mundo natural, pero al hacer
esto, uno acaba por desinformarse de los hechos mismos que se pretende
valorar. Eso que decimos es un "fin" sólo puede establecerse por
referencia al tipo de acciones que lo persiguen, luego prescindir de las mismas
categorías que precisamente dan sentido a nuestras observaciones supone
renunciar a los criterios que nos permiten ponerlas a prueba. Uno siempre podrá
tratar de determinar si el ángulo de un triángulo mide más o menos de 60
grados, por ejemplo, pero lo que nunca podremos hacer es poner a prueba la idea
de ángulo (o triángulo) mismo. ¿Qué sentido tiene trazar cientos de triángulos,
por ejemplo, para comprobar si su suma es mayor o menor de 180 grados?
¿Qué es el Austro-liberalismo o
Libertarianismo Austriaco?
El Austroliberalismo es una filosofía política que postula un modelo social
a través de la abolición del Estado y la desregulación estatal de los mercados.
Las ideas austroliberales hacen un especial hincapié en la libertad individual,
la preeminencia de la propiedad privada, la privatización de la función de
gobierno y un funcionamiento no adulterado (intervenido) de los mercados. El austroliberalismo, en
tanto reflexión que se realiza en el ámbito de la filosofía política, no
postula ya tanto la abolición de los sistemas de gobierno, como su
privatización. La idea de que el austroliberalismo postula un sistema social
basado en principios anárquicos es bastante confusa, pues con ello parece que
se quiere transmitir la idea de que el enfoque prescinde de toda forma de
autoridad, o que se postula un mundo sin instituciones o normas de ningún tipo.
El austroliberalismo es anarquista en tanto en cuanto postula la abolición de
las funciones ilegítimas de gobierno (Estado), pero no su función originaria
(protección de la propiedad privada y libertad individual).
La diferencia fundamental entre austroliberales y liberales clásicos se
reduce en exclusiva a las distintas actitudes que se tienen respecto del gasto
público. Mientras que, por un lado, el austroliberal niega la posibilidad de
cualquier forma de gasto público, los liberales clásicos postulan un mínimo de
impuestos para financiar los sistemas de gobierno y justicia. El
austroliberalismo, por lo tanto, postula un sistema social totalmente basado en
acuerdos voluntarios y descarta la idea de "mínimo de coacción" del
liberalismo clásico. Si tenemos en cuenta que el Estado sólo promueve
externalidades, el hecho de renunciar al gasto público implica un mejor
rendimiento y eficiencia de las instituciones públicas. El austroliberalismo
persigue un modelo de financiación privada tanto para la institución de
gobierno, como para las de ejército y justicia.
El modelo social austroliberal es uno fragmentado, donde las instituciones
de gobierno están abiertas a la competencia sin tener del todo claro quién
manda sobre quién. Aquí no se trata de disolver los tres poderes clásicos del
Estado, sino de su restitución originaria. Como el enfoque austroliberal parte de los derechos de propiedad del individuo (en función de los cuales se
miden los grados de coacción y violencia), el poder legislativo debería estar
en manos de los individuos o sociedad civil. En este esquema, el gobierno
retiene el poder judicial y las aseguradoras el ejecutivo, que en última
instancia representa el brazo político de la sociedad civil (enforcement). La
cooperación entre estas tres instituciones, que de forma clásica han venido
estando concentrados en la figura de Estado, viene garantizada en este esquema
debido a la no autosuficiencia de los medios de producción (Mises). La idea
principal a retener aquí es que no tiene mucho sentido mantener unido por la fuerza
algo que no puede ser autónomo por naturaleza.
El principio de no agresión
El Austroliberalismo parte de una noción ética radical en relación con los
derechos humanos. Si bien por un lado el resto de posturas justifica la
existencia de derechos en el individuo sobre la base de ciertas cualidades
inmanentes que se postulan presentes en el mismo (por ser este hombre, disponer
de un alma inmortal, estar dotado de razón, etc.), el enfoque austroliberal
niega la existencia de derecho alguno de forma anticipada a su declaración, por
parte de los individuos, en la sociedad. Dentro de esta postura, el hombre no
nacería con derechos absolutos (a la salud, la educación, etc.) sino
contingentes (todo derecho tiene una contrapartida de obligaciones). Los
derechos individuales no constituyen en este enfoque más que una propuesta
normativa que desde el ámbito de la ética (no la moral), uno lanza frente al
otro (comunidad de hablantes) al objeto de que la misma sea validada de forma
intersubjetiva en sociedad. Sin el compromiso previo de respetar la vida y
propiedad del prójimo, por ejemplo, toda propuesta ética que proponga la
defensa individual de estos derechos carece de peso normativo. La formulación
del principio de no agresión es en este enfoque un meta principio cuya única
función es la de separar normativamente la agresión (inicio de la violencia) de
la fuerza (respuesta frente a la agresión). Mediante este principio no se
quiere significar que todo hombre respete los principios de libertad y derecho
a la propiedad privada, sino que sólo introduce un elemento de criterio
(normativo) a la hora de justificar una respuesta armada frente a la agresión
en sí. Uno siempre podrá hacer uso de la fuerza de forma legítima frente a la
agresión perpetrada por terceras personas.
En palabras de Rothbard:
El
principio normativo que estoy sugiriendo como principio legal simplemente es
este: ninguna acción debería considerarse ilícita o ilegal a menos que invada o
agreda a otras personas y sus propiedades. Sólo las acciones invasivas
deberían de ser declaradas ilegales, y combatirlas con todo el peso de la ley.
La acción invasiva debe de ser concreta y física. Como unos tipos de invasiones
son más graves y otras menos, también existen distintos grados de restitución y
castigo. El "hurto," que sólo representa la sustracción ilegítima de
algo, constituye un crimen más leve que el "robo a mano armada,"
donde lo más probable es que la fuerza armada se use contra la víctima. Pero
aquí, sin embargo, no nos preocupa la pregunta relativa a los distintos grados
de invasión o castigo, sino la invasión misma.[i]
El principio de no agresión, por lo tanto, no es más que un principio
normativo en función del cual no es posible distinguir la idea de fuerza
(legítima) de la violencia (ilegítima). En este orden de cosas, resulta del
todo inadecuado decir tales cosas como que "uno se sirvió de la violencia
para proteger sus propiedades" o que "se coaccionó a un individuo por
medio de la fuerza." Y lo que distingue una cosa de la otra se define en
función de quién da el primer paso en pro de la violencia. Ese que ataca, aunque
lo haga de forma preventiva, es un criminal, mientras que ese que se defiende
sólo hace uso de la fuerza. Lo que se prohíbe en este enfoque, no es ya tanto
el hecho de matar per se, sino "asesinar," pues ello implica
"iniciación de la violencia."
La Función de Gobierno
El Austroliberalismo puede resumirse en la siguiente fórmula:
1. Piensa sometido a reglas (lógica) y cuestiona toda forma arbitraria
(convencional) de autoridad (Estado).
Como la razón principal para instaurar la función de gobierno en sociedad
estriba en la protección de la vida, la libertad y la propiedad privada, carece
de sentido postular la existencia de una agencia o entidad (Estado) que para
poder proteger estos principios necesita atentar contra ellos.[ii]
Es así que el Estado pretende proteger la libertad recortando libertades, la
propiedad privada expropiándola por medio de los impuestos, o el derecho a la
vida iniciando guerras preventivas o negando este mismo derecho a otros. Esta
es la razón de que, desde este enfoque, se postule la existencia de sistemas de
gobierno voluntarios y se pida la abolición del gasto público. Una agencia de
protección que viola estos principios normativos carece de legitimidad en el
ámbito de la acción y, por ello mismo, no debe de ser respetada. Como dice
Rothbard, "si la ley constituye un conjunto de principios normativos, de
ahí se sigue que, estos no se deban respetar a ciegas, tanto si surgen a partir
de la costumbre o por decreto."[iii]
Justificación de la Propiedad
Privada
La propiedad privada se justifica por extensión sobre la base de la
autopropiedad de uno mismo. Fue Rothbard el que formuló esta idea partiendo de
la imposibilidad de justificación racional y ética de sus dos únicos supuestos
alternativos; es decir, que otro individuo o grupo de personas sean los
propietarios de nosotros mismos, o que uno no sea propietario de su propia
persona. Cómo estos dos supuestos son imposibles de justificar en una ética
normativa y universal que sea válida en todo contexto histórico y tiempo dados,
tiene que ser, dice Rothbard[iv], que
todos y cada uno de nosotros tengamos la posesión absoluta de nuestro propio
cuerpo, y por extensión, del resto de cosas que nos rodean y que no hayan sido
previamente apropiadas por otra persona, bien por medio de la apropiación
originaria (yo reclamo para mí eso que no tiene dueño), del trabajo
(produciendo algo que no existía sirviéndome de mis propios medios y fuerza de
trabajo), o el intercambio voluntario (bien sea por medios económicos o como
regalo). Si la cosa no tiene dueño, y si yo soy dueño de mi mismo, es posible
reclamarla para nosotros mismos, pues al hacer esto, no se viola el derecho a
la propiedad privada o libertad de otra persona. O expresado de otra forma. Si
la cosa no tiene dueño, ¿quién la puede poseer?, y si no la puede poseer nadie,
¿en base a qué principio de razón desde el preciso instante en que la cosa no
poseía dueño? En palabras de Rothbard:
Existen
dos principios fundamentales sobre los cuales descansa la teoría libertaria de
la propiedad justa: (a) Todos los hombres tienen un derecho absoluto de
propiedad sobre su propio cuerpo; y (b) los individuos tienen un derecho
absoluto de propiedad sobre cualquier recurso natural (tierra) que no haya sido previamente adueñado por nadie y que estos hayan ocupado y puesto al uso
(en el sentido lockeano de "mezclar el propio trabajo con la
tierra").
El
principio "el primero en adueñarse es el primero en usar" de los
recursos naturales también se denomina popularmente como "derecho de
hacienda." Si el hombre es dueño de su tierra y éste "mezcla su
trabajo con la misma," eso que produzca como fruto de tal mezcla será suyo
y podrá intercambiar sus títulos de propiedad con otros productores similares.
Esto justifica el derecho de libre contrato en el sentido de una transferencia
de títulos de propiedad. Esto también establece el derecho a ceder tales
derechos, bien sea por regalo o por herencia.[v]
Justificiación del Sistema de
Libre Mercado
La consecuencia lógica de un sistema que aboga por la sacralidad del
principio de no agresión no puede sino más que resolverse en un sistema
compuesto de acuerdo voluntarios. En este enfoque, cosas tales como los
subsidios de gobierno, los favores especiales otorgados a la empresa privada,
las políticas proteccionistas, el monopolio del gobierno en la producción de la
masa monetaria, los derechos sociales, las leyes antidiscriminación o del
salario mínimo, la regulación de la propiedad privada por parte del estado, las
políticas de género, la discriminación positiva o acción afirmativa o la
dotación de servicios públicos, deben de ser abolidas. Si la propiedad que el
individuo tiene de facto sobre su propio cuerpo es absoluta, se carece de
justificación a la hora de explicar este tipo de agresiones perpetradas contra
el individuo, pues el carácter no contractual y voluntario de este tipo de
relaciones implican de por si que la parte que impone el acuerdo se beneficia
en mayor medida que ese que lo padece. La idea de promover un sistema de
acuerdos voluntarios descansa en la idea de que este tipo de acuerdos son
mutuamente beneficiosos para las partes que lo integran, y ello repercute en
agregados económicos más rentables y efectivos que el proponer un sistema de
intercambio desigual que no beneficia por igual a las dos partes del mismo.
Conclusión
Si un acuerdo es voluntario, eso que se da tiene menos valor que eso que se
recibe. Si un acuerdo no es voluntario, eso que se recibe vale menos que eso
que se da. Este hecho pone de manifiesto el absurdo de querer intervenir desde
fuera qué pueden o no acordar entre sí los individuos cuando no se violenta el
axioma de no agresión. El que yo te cambie mi lápiz por tu corbata implica que
tanto tú como yo valoramos menos eso que damos que lo que recibimos, pues de
otra forma, el acuerdo nunca habría tenido lugar sin coacción. Un observador
desde fuera siempre podrá decir "mira que tonto: le ha cambiado un lápiz
por una corbata cuando todo el mundo sabe que la corbata vale más," pero
lo importante aquí son las razones que uno pueda tener para intercambiar tales
cosas y no la percepción subjetiva de terceros frente a este hecho. Un acuerdo
que es voluntario es un acuerdo mutuamente beneficiosos para las partes que lo
integran, y toda forma de intervención desde fuera no hace más que impedir y
dificultar este hecho.
[i]
Murray N. Rothbard, Law, Property Rights, and Air Pollution
[ii]
Hoppe, The Economics and Ethics of Private Property, Studies in Political
Economy and Filosophy, Mises Institute, http://mises.org/books/economicsethics.pdf
[iii]
Murray N. Rothbard, Law, Property Rights, and Air Pollution, pag.126; 16-18; http://www.mises.org/rothbard/lawproperty.pdf
[iv] ibid.
[v] Ibid, pag. 145, 14-26.
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